Había niños y mayores. Las mujeres no estaban allí, parecía que vivían en
otra zona. Había una alambrada enorme que separaba esa área de la casa de ellos
pero esto quedaba bastante lejos. Detrás de ella, el suelo era árido, había
cabañas y edificios cuadrados y un par de columnas de humo a lo lejos que olían
muy feo no era para nada agradable. Los hermanos se preguntaban quien serían
esas personas que formaban cadenas y obedecían a soldados y que llevaban un
pijama gris de rayas y una gorra que hacían diversas tareas cuyas caras se veían
tristes y deprimidas.
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