El paseo por la alambrada se alargó más de lo previsto, parecía no acabar
nunca ya que nunca llego a la alambrada. Después de un tiempo vio algo a lo
lejos y resulto ser un niño. Estaba sentado en el suelo con expresión de
tristeza y llevaba en el brazo un brazalete con una estrella. Su piel era casi
gris y tenía unos ojos muy grandes. Se llamaba Shmuel y le contó que antes vivía
en Polonia. Bruno le pregunto que hacían las personas ahí que si a él no le gustaría
ir a jugar pero Shmuel le dijo que así quisiera no podía ir a ningún lado por
la alambrada.
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